Con el fin de sacarle el mayor provecho al recurso hídrico y optimizar la generación de electricidad, durante esta época lluviosa la Compañía Nacional de Fuerza y Luz está preparada para la recolección y disposición final de residuos arrastrados por el río Virilla.

Solo en el 2017, la CNFL retiró más de 600 toneladas de residuos ordinarios de dicha cuenca, evitando daños significativos en los equipos de generación, así como inundaciones que pudieron sacar de operación alguna de sus centrales hidroelétricas.

En época lluviosa la Compañía está alerta, pues las crecidas pueden transportar más residuos de lo habitual y con ello generar algún daño a los procesos de producción”, comentó José Pablo Cob, jefe de la Unidad de Sostenibilidad de la CNFL.

Cob enfatizó que en las represas de la CNFL se mantienen monitoreos constantes de los ríos, ya que con las crecidas “pueden darse eventos que desencadenen emergencias por inundación”.

Entre otros factores, retirar a tiempo desechos —como plásticos y chatarra— de las represas de Brasil, Belén, Electriona y Ventanas, facilitaría producir cerca de 166.000 MWh entre mayo a diciembre de este año, ya que las tuberías de presión de estas centrales de generación no se atascarían.

Este trabajo de recolección y disposición final de residuos es también una importante contribución medioambiental, pues toneladas de desechos son depositados en rellenos sanitarios autorizados por el Ministerio de Salud.