En los entornos de trabajo conviven personas de distintas generaciones y esto suele generar choques o conflictos, pues cada generación tiene formas diferentes de ver la vida, relacionarse y resolver los problemas.

Cada generación se ha definido según el año de nacimiento:

  • Los Baby Boomers (1946-1964).
  • Generación X (1965-1981).
  • Generación Y / Milenials (1982-1995).
  • Generación Z (1996 – a la actualidad).

Datos ofrecidos por el Área Desarrollo Humano muestran que la fuerza laboral de la CNFL es generacionalmente diversa y está distribuida en los siguientes rangos:

Rango:

  • 18-30 años: 296 funcionarios
  • 31-40 años: 598 funcionarios
  • 41-50 años: 558 funcionarios
  • 51 o más: 553 funcionarios

Por ello, ante la diferencia de edades, los expertos recomiendan aprovechar el potencial de cada generación.

Los profesionales con más años cuentan con una gran experiencia ante diferentes situaciones y pueden ejercer de “tutores emocionales” de los más jóvenes, además de motivarles y asesorarles.

Por su parte, los jóvenes suelen tener un mayor conocimiento de las nuevas tecnologías y traen ideas frescas que pueden mejorar u optimizar los procedimientos de trabajo.

La recomendación es fomentar las relaciones “de igual a igual”, sin importar la diferencia de edades y sin dejar de lado los medios más tradicionales como el contacto cara a cara, además de reflejar esa diversidad en los equipos de trabajo.