El pasado lunes 14 de enero, la CNFL celebró la tradicional Misa de Acción de Gracias, en el Gimnasio del Plantel Virilla, con la presencia de las autoridades de la empresa, representantes de las organizaciones gremiales, así como compañeros y compañeras de todas las dependencias.
El oficio religioso inició a las 7:30 am y fue celebrado por Monseñor Angel San Casimiro, de la Diócesis de Alajuela, quien inició su homilía expresando su sincero deseo para que este año esté lleno de gozo, tanto en el ámbito personal, familiar como el laboral.
El prelado felicitó a la CNFL por mantener la costumbre de iniciar el año con una actividad de acción de gracias pues “es de bien nacidos ser agradecidos”. En esa línea añadió que la vida y el trabajo son dones preciosos que siempre debemos agradecer.
Comentó que el trabajo es lo que dignifica al ser humano y por ello debemos buscar en él la realización. Agregó que en esta cotidianidad siempre debemos llenar nuestras vidas de ilusiones, de deseos y de esperanza.
Monseñor se refirió al compañerismo como punto central de su homilía y en ella destacó la importancia de tratar bien a quienes comparten nuestro espacio de trabajo. “Si en el ambiente de trabajo se siente el respeto, la cercanía y la solidaridad, definitivamente se notará la diferencia”, Subrayó el religioso.
Explicó que es deber de todos y todas preservar ese ambiente de compañerismo, en donde cada persona siempre esté pendiente de ver cómo puede ayudar a las demás personas que le rodean. “Si combertimos sta práctica en nuestro estilo de vida, estos valores saldrán espontáneamente”, recalcó San Casimiro.
Monseñor también aprovechó su homilía para recordar la importancia de ser respetuosos y tolerantes con todas las personas, en todos los campos, ya que, en sus palabras, “no se puede exigir lo que no se da””.
Invitó a fortalecer el ambiente de fraternidad que caracteriza a la CNFL. “Hay que construir la cultura de la solidaridad, de la cercanía y del respeto, y mantener el propósito de seguir mejorando continuamente el ambiente de trabajo”.
Monseñor concluyó su homilía con una invitación para que “este nuevo 2019 adoptemos la manía de transmitir felicidad con el solo hecho de nuestra presencia”.