Con gran alegría y mucho orgullo de haber sido parte del desarrollo tecnológico de la empresa, el compañero Gonzalo Peña Wille llega a su jubilación tras 41 años de laborar para la Compañía Nacional de Fuerza y Luz.

Comentó Peña que estos 41 años han sido toda una experiencia familiar ya que el ambiente laboral termina siendo un segundo hogar; ya tenía un fuerte vínculo con la empresa ya que mi padre laboró en la empresa 45 años, antes que yo ingresara a esta gran familia. Es un gran sentimiento de pertenencia que ha provocado fuertes vínculos.

Inicié en 1980 en la Dirección de Ingeniería, Departamento Eléctrico, programando en el lenguaje ensamblador unos medidores de Tarifa 6, cursando paralelamente el último año de la universidad. En 1984 me trasladaron a Cómputo, como Analista-Programador y desde ese año estoy en el ámbito de las tecnologías de Información.

Como anécdota cuenta que, al rededor del año 1988, el computador principal de CNFL (CS60) se prendía mediante unos apagadores en octal (Sistema numérico en base ocho), se duraba más de una hora y 15 minutos realizando este levantado, era todo un reto hacerlo en menos de 90 minutos, para poder iniciar los cálculos de una planilla básica. Hoy en día nuestros servidores realizan este proceso en menos de tres minutos.

Ha sido todo un orgullo poder haber vivido con mis compañeros durante estos años, de la mano, en el desarrollo tecnológico de la CNFL y haber caminado en éstas grandes experiencias, la mayoría muy exitosas. Lo mejor que les puedo heredar es este sentido de pertenencia, en conjunto con los principios y valores que de forma arraigada lo tenemos la mayoría. 

Me siento muy satisfecho de toda la trayectoria que he tenido, sin embargo, es imposible negar la nostalgia en que uno se ve envuelto; en mi caso estaré laborando hasta el 23 de enero del 2022.

Cierro manifestando que debemos de acostumbrarnos a esta nueva etapa y vivirla de la mejor manera.